¿Cuántas veces hemos pensado “no puedo”, “no soy capaz”, “me da vergüenza” …? Seguro que un montón. Muchas veces no nos valoramos, ni a nosotros, ni a nuestras capacidades y necesitamos un empujón para creer.
A mucha gente nos cuesta hablar en público, siempre tenemos en mente el “qué dirán” e intentamos evitar este tipo de situaciones, así que necesitamos un empujón. Mi tutor de prácticas de la universidad, junto con las ganas de dar a conocer y aprender sobre incendios forestales, y mis dos mejores amigos me animaron a dar el paso de hacer frente al miedo y presentarme a este concurso y divulgar sobre este gran desconocido para la población.
¿Cómo hacer que un tema desconocido sea más conocido? Divulgando, y para ello es necesario enseñar a las personas que saben sobre un tema cómo transmitirlo porque no todo el mundo tiene la capacidad de divulgar y dejar claros los conceptos. Este es el objetivo del premio jóvenes divulgadores (PJD), enseñar o mejorar la capacidad de gente joven para contar cosas sobre un tema concreto. Por lo que es una buena oportunidad para ampliar conocimientos y mejorar en todo lo relativo a la divulgación, aquí os dejo el link por si os interesa conocer más sobre este proyecto: https://www.premiosjovenesdivulgadores.com/
Ser monitora de ocio y tiempo libre me ha hecho ser capaz de transmitir conceptos (aunque de manera muy somera), ya que muchas veces tenemos que enseñarlos de una forma sencilla y amena a diferentes tipos de público; de vez en cuando siempre intento introducir alguna idea sobre la naturaleza para que los niños y niñas con los que trabajo entiendan un poco más el entorno que les rodea. Pero mi némesis siempre ha sido contar las cosas delante de un público adulto. En ese momento empiezan los temblores en las manos, la voz rota por la tensión y a veces me olvido hasta de respirar, por lo que los PJD fueron mi “terapia de choque”, ya que tenía que divulgar sobre incendios forestales a un público adulto. No sin antes llevármelo a mi terreno. En mi experiencia como monitora descubrí que jugar y contar cuentos es la mejor forma en que los niños y niñas aprendan fuera de su espacio de educación formal, porque fuera del cole no nos apetece estudiar, nos apetece pasarlo bien, así que hay que engañarles un poquito y que aprendan sin querer.
Es por esto que para la final de PJD elegí contar un cuento, un cuento adaptado (lo mejor que pude) al público adulto sobre una llama de fuego pequeñita llamada “Fuegui” y el concepto, o más bien la “ruptura de esquemas”, que quería transmitir a los allí presentes es que las quemas prescritas no son un enemigo para la naturaleza si se hacen de forma correcta, porque, como ya he dicho, el fuego es un gran desconocido para la población y, además, suele estar demonizado. Es por eso que es importante dar a las personas otro punto de vista diferente y que vean que los y las profesionales que se dedican a esto pueden manejar el fuego de forma positiva para la naturaleza. Además del concepto “quema prescrita”, había que introducir otras ideas básicas sobre incendios forestales como interfaz urbano-forestal, continuidad vertical y horizontal, etc., para comprender mejor la dinámica de los incendios forestales.
La historia comienza con un cumpleaños en una zona interfaz urbano-forestal (cercanía entre área forestal y urbano). Nuestro personaje que bauticé como “Fuegui”, se emocionó de más y de la zona urbana se pasó a quemar el monte. Arrepentido, se apunta a “Incendios anónimos” para pasar de ser un “fuego malo” a un “fuego bueno”, siendo este último el fuego utilizado en las quemas prescritas. Gracias a este programa conoce a un compañero forestal que le explica en que consiste ser un “fuego bueno” y cómo van a trabajar. De esta manera Fuegui se supera, igual que yo en este concurso, y empieza a creer en él, cambia sus comportamientos y actitudes para hacer el bien a la sociedad.
Fuegui cambia su visión sobre sí mismo, ¿estarías tú dispuesto a cambiar tu visión sobre él?
A continuación, y si quieres cambiar tu concepción de Fuegui, puedes ver su historia completa en este vídeo. Juntos podemos llegar a más gente y así dejar de demonizar el fuego y verlo como un recurso importante en nuestro medioambiente.
Mónica Boucard Aguado
Estudiante de Ingeniería del Medio Natural en la Universidad Politécnica de Madrid