Se cumplen hoy 3 años del incendio de 2017 de Yeste, lugar donde esta asociación ha iniciado su andadura.
Un incendio complejo de larga duración, que además de afectar a 3.271 hectáreas, tuvo numerosas evacuaciones y un elevado número de medios de todo al ámbito del estado español trabajando para su control.
¿Son este tipo de incendios los que veremos en el futuro?, si analizamos el estado de nuestros bosques y hacemos caso a los expertos en la materia, todo apunta a que los escenarios por incendio forestal que nos vendrán, serán muy complejos y seguramente sobrepasen los límites de los operativos contra incendios que actualmente tenemos.
Los incendios forestales que nos esperan generarán grandes emergencias, afectarán a multitud de bienes y pondrán en riesgo la vida de muchas personas. La cantidad de biomasa acumulada, el abandono del medio rural, el aumento considerable de los efectos del cambio climático, ponen de manifiesto y ‘encima de la mesa’ que tenemos que prepararnos como sociedad, de no hacerlo cometeremos una gran irresponsabilidad.
Haciendo una comparación con lo que nos está aconteciendo debido a La Covid 19, y sin restarle importancia, si es ahora cuando nuestro Estado esta preparándose para posibles rebrotes y trasmisiones comunitarias, adecuando hospitales o ampliando las redes de información e inteligencia y volviendo a limitar movimientos para evitar contagios, en incendios forestales deberíamos hacer parecido, preparar a la sociedad, al territorio y a los dispositivos de bomberos/as forestales, para evitar el la medida de lo posible las consecuencias de las eventualidades que un año u otro nos vendrán.
Desde esta asociación y sin ánimo de ocupar el papel que otros deben de tener, creemos en la necesidad de tener Bomberos/as Forestales profesionales reconocidos por el estado y por las administraciones autonómicas y evitar por todos los medios la precarización de los contratos. Necesitamos trabajadores/as con condiciones laborales dignas que les permitan afrontar su carrera profesional aportando lo mejor de cada uno ante un problema que la sociedad nos demanda que gestionemos.
También creemos que es necesario que los dispositivos de prevención y extinción de incendios forestales nacionales y autonómicos sean fuertes y sólidos para afrontar los incidentes. Dispositivos que necesitan una homogeneización y un liderazgo para el manejo de sus estructuras de recursos humanos y materiales, para dar respuesta a los incendios forestales que nos vendrán. Además estos dispositivos deben ser capaces de reeducar a la sociedad en prevención de incendios, aportando nuevos conceptos y explicando el riesgo real al que estamos sometidos.
Por último y como sociedad también es importante que reaccionemos, no vale con decir que queremos un monte limpio, eso no existe, debemos apostar por ecosistemas gestionados, por darle valor a los servicios ecosistémicos y por generar conciencia de la autoprotección.